Marcial Ortiz de Zevallos hace un llamado de atención a nuestras autoridades y propone algunas medidas para reactivar el sector turismo rápidamente.
Hay que ser realmente un artista para lograr que, en un país como el Perú, un país que ostenta una de las 7 maravillas del mundo, no vengan turistas. ¿Saben cuántos extranjeros han venido al Perú este año? Hasta agosto, la data más reciente que se tiene, sólo habrían llegado 170,000. O sea, nada. Para graficarles la desgracia, basta con un ejemplo. Sólo entre el Westin y el JW Marriott de Lima hubieran podido hospedar a esa gente tranquilamente si se quedaban en promedio 2 noches. Los miles de hospedajes adicionales no hubieran tenido ningún visitante extranjero en sus habitaciones, así de dramático.
Y la cosa no mejora conforme pasan los meses. En agosto llegaron 40,183 visitantes lo que representa cerca del 10% de lo que llegó en el mismo mes del 2019. ¿Qué pasa que nuestras autoridades no hacen nada? ¡No nombran ni al Vice Ministro de Turismo! Somos el hazmerreír de las potencias turísticas.
¿Saben cuántos extranjeros están llegando a México? México ha recibido en junio de este año el 80% de la cantidad de turistas que recibió el mismo mes del 2019. Sí, mientras nosotros recibimos 10% del turismo que recibimos en agosto del 2019, México ya recibía en junio el 80%. Y aguántense un rato para llorar. En lo que se refiere al gasto hecho por los turistas, los que fueron en junio de este año gastaron igual que el total gastado por los que fueron en junio del 2019. Es correcto. México regresó a un ritmo de gasto pre pandémico. ¿Son buenas noticias para el sector turismo peruano?
Independientemente de que hace notar claramente la ineptitud de los burócratas de los gobiernos pasados y el actual, de alguna manera sí son buenas noticias. Quiere decir que potencialmente podríamos tener muchos más turistas, pero claro, tomando cartas sobre el asunto. No urdiendo cantinfladas como la que hemos visto hace unos días atrás.
Hace poco más de 1 semana el gobierno anunció que se pediría que todo aquel que toque suelo peruano demuestre 2 cosas (vacunas completas y una prueba molecular negativa con menos de 72 horas) para luego retractarse y dejar a todos confundidos. ¿Acaso no sopesan que la incertidumbre es lo peor para tomar decisiones? Diciendo y desdiciendo lo único que generan es caos e inacción.
Además, ¿cuál es el objetivo de semejantes requisitos? ¿la salud pública? ¿Realmente piensan que van a lograr detener alguna enfermedad? ¿Alguna variante? Así cierren las fronteras no van a poder detener nada pues nuestras fronteras son más porosas que una piedra pómez. Basta con 1 sola persona que entre con el virus para diseminarlo en todo el país. Lo que más bien deberían hacer es atacar el problema en algún aspecto manejable con los recursos y la coyuntura peruana. Deberían acelerar la vacunación, motivarla, exigirla, implementar bien los hospitales con oxígeno, conseguir cocteles antivirales, hacer pruebas aleatorias, etc, pero acá todo mal. Prohibimos vuelos de Sudáfrica como si fuera una gran medida. Como si esas medidas hubieran tenido algún efecto.
Ahora, los fetichistas que gozan de amordazar a la gente para que no emitan virus saldrán a decir que mis comentarios son indolentes. No es así. Eso es puro cliché vacío. Frases huecas teñidas de bondad. El Perú tiene el record de más muertes por millón en el mundo a pesar de ser uno de los países más restrictivos, con doble mascarilla, visores, distanciamiento, toques de queda, inmovilizaciones, etc. Ni México que ha tenido una política totalmente laxa en cuanto a las restricciones ha tenido semejantes resultados. Hemos sido una vergüenza y es hora de cambiar de rumbo.
Entonces, ¿qué hacemos para aumentar el turismo sin sacrificar la salud? Yo creo que debemos dejar medidas que no tienen sentido. Hay que eliminar restricciones absurdas como tomar la temperatura a la entrada de los establecimientos comerciales en la palma de la mano. Sólo beneficioso para los importadores de termómetros. Hay que eliminar el toque de queda que simplemente sirve para aglomerar gente y que se contagie. Hay que dejar de prohibir vuelos pues no evitan que el virus se propague, hay que permitir eventos al aire libre, el deporte, etc. Eso no propaga el coronavirus y mejora la salud mental de la gente, motiva que otros nos visiten y se ayuda al sector más golpeado por la pandemia. ¿O Uds. creen que a la gente le gusta atravesar el mundo para que le cierren los restaurantes o bares a las 10pm? Obviamente no.
Sin embargo, las obviedades a veces son esquivas. Así como eliminar estas trabas o desmotivaciones es urgente para agilizar la recuperación del sector, también se necesitan dos cosas importantísimas sobre las cuales vengo escribiendo hace mucho. Se debe aumentar el aforo de Machu Picchu bajo un modelo de gestión sostenible y utilizar a esta maravilla del mundo como una carnada para reactivar el turismo a nivel nacional rápida y efectivamente. Una campaña de marketing global dirigida debe acompañar esta iniciativa. Haciéndolo no sólo se beneficiará el turismo en Cusco o Lima, todo el Perú ganará de norte a sur. El Perú está llamado a ser el país con más turistas en la región, sólo falta que nuestra gente se dé cuenta de lo sencillo que podría ser llegar a serlo y que el mundo se maraville con las joyas que tenemos.
CUSCO DUELE
Hace un par de semanas fui a Cusco y me encontré con un panorama desolador, triste. Lo que hace tan sólo 18 meses era una ciudad pujante, llena de turistas, ahora es un cementerio de sueños, una ciudad vacía donde muchísimos negocios han quebrado. Ahora está llena de letreros de alquiler/venta y emprendimientos cerrados. Y la razón es lógica. La ciudad Imperial antes de la pandemia vivía del turismo extranjero. Desde los hoteles de marcas conocidas hasta los negocios locales como carniceros, restaurantes, verduleros, taxistas, bodegas, librerías y demás, todos, se nutrían directa o indirectamente de la concurrencia foránea que gastaba sus dólares. Hoy, sin turistas extranjeros, Cusco, el ojo de la tormenta, y el sector en general, languidecen, necesitan ayuda.
Y el gobierno debe actuar rápido o las ollas comunes que hoy alimentan a los desempleados en Cusco ya no alcanzarán para mitigar el hambre de la gente. Siendo este gobierno un gobierno del pueblo para pueblo, como se hace llamar, siendo un gobierno que usa como lema “no más pobres en un país rico”, que tal si hace algo por los pobres, por el pueblo, que tal si reactiva el sector más descentralizado que hay y más intensivo en capital humano, que tal si hace algo por el turismo. Queremos turistas en un país turístico, no queremos que sigan diciendo, “no más turistas en un país sin turismo”.
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