¿Qué tal si el gobierno peruano bombardea Brasil con promociones para que visiten el Perú? ¿Qué tal si se hace una campaña digital importante para que este gigante que yace somnoliento a nuestro lado se voltee a mirarnos?
Yo creo que el Perú se beneficiaría mucho en el corto, mediano y largo plazo. Brasil tiene más de 200 millones de personas y con emitir una ínfima fracción de su población como turistas hacia el Perú nos beneficiaría en gran medida. Para que tengan una idea, más de 1.3 millones de brasileros visitaron Argentina en el 2019 por ejemplo, cuando sólo 193,000 vinieron a Perú. Por su lado, Chile, con una población inferior a la nuestra, despertó el interés de cerca de 600,000 brasileros que lo visitaron. Sólo despertando el mismo interés que Chile estaríamos creciendo en el arribo total de turistas anual cerca de 10%. Tendríamos 400,000 personas más. A un gasto promedio de US$1,000 por estadía estamos hablando que el Perú obtendría cerca de 400 millones de dólares anuales adicionales. ¿Qué pasa que no hacemos nada? ¿Acaso es poca plata? ¿Las campañas masivas cuestan más? ¿Acaso Chile o Argentina tienen más atractivos que el Perú?
Bueno, no es mi deber responder las primeras preguntas, pero respecto de la última puedo afirmar una cosa. Yo creo que sólo por tener Machu Picchu la tenemos más fácil que Argentina con el Obelisco y Chile con el Palacio de la Moneda, sin desmerecer ambos atractivos, claro está. ¿Qué debemos hacer entonces?
Para empezar, creo que debo sustentar mi afirmación previa. A los que les interesa el turismo los invito a que googleen “top bucket list destinations” o en español “mejores destinos para visitar antes de morir”. Prácticamente no existe una lista a nivel mundial que deje de lado a Machu Picchu en sus recomendaciones como un destino al que se tiene que ir antes de dejar este valle de lágrimas.
Sin embargo, no veo el Estadio de Boca o el Cajón del Maipo en esas listas. En otras palabras, la estrategia que planteo, como lo hecho repetidas veces, es que Machu Picchu sea el anzuelo para que luego conozcan todo el Perú (leer: El Rey de Machu Picchu se quiere Desmachupizar). Estamos en la capacidad de multiplicar la cantidad de visitantes brasileros sin ningún problema.
En segundo lugar, asumida esa estrategia, la pregunta es ¿qué hacer?
Creo que se debe identificar a las principales ciudades emisoras de turistas brasileras y hacer ahí una campaña digital específica. Sin hacer mayor estudio y si uno se quiere ahorrar una consultoría podría decir que Sao Paulo y Rio de Janeiro son las principales ciudades. De hecho, para que tengan una idea, pueden analizar sólo indicadores de Sao Paulo. Esta ciudad es la más grande en términos económicos en Sudamérica, es la décima en el mundo en términos de PBI y se espera que sea la sexta más grande en 2025. De hecho, podría haber titulado este artículo: Sao Paulo. Ahí es donde se tienen que concentrar los esfuerzos publicitarios y de promoción en línea. Siempre hay que maximizar el retorno sobre la inversión.
En tercer lugar, tal vez deberíamos negociar y promover vuelos directos a Cusco o Puno desde Sao Paulo o Río. Siendo Machu Picchu más cerca a Brasil que Lima, creo que muchos brasileros se desanimarían si es que tienen que venir hasta el borde del Pacífico. No deberíamos complicarles la vida a nuestros clientes. Esa es una mala política.
En general lo que propongo es una estrategia para promocionar a Machu Picchu digitalmente de manera quirúrgica en los mercados más atractivos de cada país y que de esa manera el turismo nacional se beneficie. Brasil es un gigante a nuestro lado que debemos aprovechar, no dejando de lado, por su puesto, a otros emisores grandes como Argentina o Chile. Siempre analizando el costo – beneficio de cada medida y cada accionar. Creo que el Perú está en la posición de crecer a tasas de 2 dígitos si se gasta el presupuesto de manera eficiente. Los empresarios del sector están muertos o agonizando mientras escribo. Debemos aprovechar todo lo que tenemos para poder aliviar en algo la debacle económica de este sector y de sus millones de integrantes directos e indirectos. La reactivación del turismo es prácticamente un hecho en el corto plazo, es hora de comenzar a promocionar y vender nuestros atributos.
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