Sumergidos en la peor crisis sanitaria, moral y económica de la historia peruana creo que viene bien plantear algunas salidas. Desde mi humilde rincón escribiré cada semana una serie de ideas que pueden servir para que el sector más golpeado por la debacle económica poco a poco resurja. No serán ideas macro como mejorar infraestructura que es una idea muy válida y ayudaría mucho, pero es horizontal a toda la economía. En esta serie me centraré en ideas más micro que afecten directamente al sector. Como algunos deben saber, el turismo representa el 10% de las economías a nivel mundial aproximadamente y sería un error garrafal dejarlo de lado, a la deriva.
Peor sería el error en el Perú. Si en el mundo es el 10%, en nuestro país debería ser un porcentaje mucho mayor pues no nos podemos comparar con los demás. Ostentamos una geografía envidiable, una cultura que cualquiera de nuestros vecinos anhelaría y una gastronomía de primer orden. Tenemos el combo perfecto para ser de las grandes ligas turísticas a nivel mundial y, sin embargo, estamos a media tabla. Inconcebible. ¡Nos suelen ganar en arribos de turistas internacionales Brasil, Argentina, Chile y Colombia! Sin desmerecerlos, el Perú sólo por tener Machu Picchu, una de las maravillas del mundo, debería tener muchos más turistas que esos países. Machu Picchu está en el “bucket list” de millones de personas a nivel mundial. Eso sin contar que estamos situados en la mitad de América del Sur, tenemos el Amazonas, ruinas milenarias dentro de las ciudades, tenemos la única capital de América situada en un balcón frente al Océano, tenemos con México la historia más antigua de este continente, tenemos a los mejores restaurantes del mundo, y para colmo una gran cantidad de productos originarios, tenemos el desierto, glaciares, olas, montañas de colores, ríos rojos, los centros históricos más grandes y arquitectónicamente valiosos de la región, las líneas de Nazca, festividades milenarias y mucho más. ¿Qué más quieren que mencione? Venir a Perú es una experiencia inigualable en todo el sentido de la palabra. Cuando pienso esto realmente no entiendo nuestra pasividad, el estar contentos con tan poco. El Perú debería tener más de 10 millones de turistas cuando sólo tenemos cerca de 4.5 millones al año. Es hora de alcanzar el lugar que merecemos y comenzar a pensar en grande.
Estadías largas
Comenzaré con una idea sencilla, fácil de implementar, que no cuesta y puede redituar con un gran flujo de turistas. Les cuento.
En el mundo hay una nueva tribu de viajeros, un nuevo concepto que está transformando la forma de vivir de muchos. Me refiero a la tribu de nómadas digitales. Qué es eso dirán algunos. Pues fácil. Son por lo general personas que, dadas las nuevas tecnologías para trabajar y las facilidades para viajar por cualquier parte del mundo, trabajan mientras viajan quedándose usualmente por largos periodos de tiempo en los destinos que encuentran interesantes. Es una nueva forma de vida que está teniendo muchos adeptos sobre todo en el primer mundo. A fines de 2019 cerca de 5 millones de estadounidenses se definían como parte de esta tribu y se estimaba que para el 2035 se tengan mil millones de ellos alrededor del globo. Increíble, ¿no? Adivinen qué va a pasar ahora con la Pandemia después de que muchos entiendan que no necesitan ir a una oficina. Yo apostaría a ganador que esta tendencia va a aumentar considerablemente.
Eso por el lado de la demanda, una demanda grande y creciente. Respecto de nuestra oferta, cojeamos de un aspecto. A pesar de que tenemos un país con una diversidad abrumadora que justamente necesitaría estadías largas para conocerse, actualmente un turista que llega al Perú puede tener una estancia máxima continuada de 90 días. Mal ahí, ¿por qué limitar o burocratizar la estadía de alguien que se enamora del Perú y quiere trabajar desde el Valle Sagrado, las playas del norte, Puno o Arequipa?
Debemos cambiar eso y ahí está la idea: debemos extender la estancia máxima a un año o más con el simple pedido del turista cuando pasa por inmigraciones. Muy fácil de hacer. ¿Qué tal si abrimos nuestros brazos y recibimos a esta ola de viajeros del nuevo milenio? ¿Qué tal si promocionamos, dentro de otras cosas, ganándole la partida a muchos, al Perú como un destino especial para estadías largas y placenteras libres de burocracia y tramitología? “Visita Machu Picchu y quédate a conocer el país de los Incas”, “El paraíso para trabajadores remotos”, “El edén para los nuevos nómadas digitales”, “Sube a los Andes y trabaja desde las playas del norte del Perú”, qué se yo, para eso están los gurús del marketing. Podríamos posicionarnos rápidamente y ganar la delantera ofreciendo esta posibilidad. ¿Por qué no?
Olvidemos a los segregacionistas, ellos siempre saltarán al ruedo, dirán que es peligroso para la seguridad nacional, que debemos protegernos de los extranjeros y sabe Dios qué cosa más. Pero por favor, hay que ser realistas, fuera de la excepcional y lamentable realidad de nuestros hermanos venezolanos, nunca ha habido cola en nuestras fronteras para beneficiarse de nuestro sistema de salud o nuestras escuelas. De hecho, que yo sepa, tampoco se han agotado los cupos para tomar lecciones de oratoria por parte de nuestros congresistas. Hay que pisar tierra. Obviamente no le vas a dar este beneficio a todos los ciudadanos de todos los países del mundo. Pero evidentemente no hay que ser Sherlock Holmes para darse cuenta cuáles son las nacionalidades que podrían aceptarse sin ningún problema.
En resumen, cuando el problema sanitario mundial pase, que será aparentemente el primer semestre del próximo año, habrá una avalancha de turistas o personas que se convertirán en nómadas digitales. ¿Qué tal si aprovechamos esta tendencia y promocionamos al Perú a nivel mundial como el país que les abre sus puertas? El sector privado automáticamente respondería con la oferta de estadías largas correspondiente. Es cuestión de decidir tomar la senda del crecimiento, la materia prima la tenemos, es deber de nuestros gobernantes y nuestro sector privado tomar el rumbo correcto. ¡Vamos por los 10 millones de turistas!
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