¿Liderazgo en el 2021?

El balance del año 2020 es muy malo.

La causa que nos viene a la mente es el coronavirus, pero muchos de los peores resultados en salud y economía se atribuyen a un mal liderazgo o a la ausencia del mismo. Si tanto peso se le atribuye al liderazgo y al líder, y estamos por elegir autoridades este 2021, debiéramos saber de qué estamos hablando ¿no?
Los profesionales estamos expuestos a la jerga del management. Escuchamos a nuestros compañeros de trabajo repetir clichés, frases hechas y lugares comunes que parecen sacados de galletas de la fortuna: la diferencia entre un jefe y un líder, la “resilencia”, lo “participativo”, lo “disruptivo” y lo “holístico” en el “ecosistema”. Todo ello para “articular” y “facilitar”. La jerga también viene en otros idiomas (latín en el ambiente de abogados). Un emoticón de desconfianza sería muy apropiado para describir lo que nos pueden provocar estas frases. Cuando se trata de personas inseguras, la jerga suena aún más impostada y pretensiosa. Esta primera reacción emocional nos trae a la mente los estudios publicados en la Organizational Behavior and Human Decision Processes, que sostienen que aquellos que se perciben con una posición baja en un grupo están predispuestos a usar lenguaje lleno de jerga profesional.
Uno de los conceptos más utilizados en el management es el de “liderazgo” y el de su agente: el “líder”. Tanto, que anualmente se destinan 366 BILLONES de Dólares en la industria para desarrollar el liderazgo de las personas (Forbes). Y nuestros impuestos también financian el desarrollo del liderazgo. Podemos encontrar programas estatales en cultura de liderazgo, viajes de funcionarios a seminarios, cursos, eventos, foros y talleres; además de felicitaciones, premios y programas para el desarrollo de capacidades de liderazgo. A pesar de este monumental egreso, los conceptos liderazgo y líder no cuentan con definiciones uniformes en la literatura del management.
El investigador Jacob Morgan intentó definir qué es el liderazgo y qué es un líder. Entrevistó 140 CEOs y recibió 140 respuestas diferentes. Él mismo propone definiciones de liderazgo y de líder que combinan elementos de eficacia con un componente moral (altruismo). Pero al poco tiempo se rinde, y se desliza en el relativismo, al reconocer que su definición es controvertida y que, a fin de cuentas, lo importante que cada organización cumpla con sus propias definiciones. Por su parte, Josee Larocque Patton concluye que los líderes están al servicio de otros, lo que significa – sostiene ella- que NO se requiere una definición específica de lo que es un líder. Es decir, también renuncia a dar definiciones, pero con una excusa, para luego decir que “todos somos líderes a nuestro modo”. Esto último equivale a decir que al no poder diferenciar quién es líder, nadie es líder. Por su parte, el gurú del liderazgo Peter Drucker sostiene que “La única definición de líder es aquél que tiene seguidores”. Es una definición tautológica, así que no aporta información.
En contraste con las definiciones del management, las definiciones del Derecho están diseñadas para que surtan efectos, ya sean de jerarquía, de intereses o de responsabilidad. Tal vez por ello no he encontrado una buena definición del concepto “liderazgo” en el Derecho, pero sí he encontrado más de una buena definición de líder:
1. De acuerdo a la Ley General de Sociedades, el gerente puede celebrar y ejecutar los actos correspondientes al objeto social; representar a la empresa en litigios¸ asistir al directorio, validar la información de la empresa, pudiendo incluso desarrollar las funciones del directorio en varios casos.

2. Conforme a las normas de presupuesto, cada una de las más de 2000 entidades públicas peruanas cuenta con un “Titular del Pliego”, es decir, la más alta autoridad ejecutiva en materia presupuestal. Este Titular es responsable gestionar el presupuesto en todas sus fases, lograr los objetivos y las metas con el dinero que se le asigna; y concordar los planes operativos y estratégicos.

3. Para el Derecho Penal, será líder de una organización criminal aquel agente que actúe como guía y posea amplias facultades de orientación, conducción y coordinación de las actividades del grupo (PRADO).

En estos 3 ejemplos vemos definiciones instrumentales, es decir, que los líderes son lo que están en capacidad de hacer. No son definiciones morales. Tanto así que pueden haber líderes (gerentes, titulares del pliego o criminales) malvados y seguir siendo considerados líderes. Prefiero estas definiciones instrumentales a las no-definiciones del management.
Así como lo moral no define qué persona es un líder, hay un conjunto de variables que tampoco lo hacen. Por ejemplo, para determinar si estamos frente a un líder no es relevante el reconocimiento profesional, la inteligencia o simpleza de mente, ser buen o mal padre de familia, estar del lado correcto o incorrecto de la Ley, ser valiente o cobarde, tener dinero o no tenerlo; ni tener o no tener un título nobiliario. Para reconocer a un líder tampoco será relevante mirar el sector en el que se desempeñe; el estatus social que se ostente (Espartaco dirigió un ejército de esclavos) ni su cargo (CEO, jefe, obrero, conserje, etc.). Cualquier persona puede ser considerada un líder mientras pueda guiar, orientar, conducir y coordinar las actividades del grupo. Las definiciones del Derecho tampoco se enfocan en las cualidades personales del agente, del líder. Los líderes pueden acumular características positivas y negativas. Por ejemplo, un líder pusilánime también podría ser también destructivo; o un líder valiente podría ser también responsable. También podrían combinar características positivas con negativas (un líder honesto podría ser un micro-administrador).
Yendo a los mecanismos de coordinación dentro del grupo, los militares sostienen que el liderazgo dividido es la ruina de cualquier equipo. Napoleón dijo: “es mejor un mal general que dos buenos”. La historia está repleta de ejemplos desastrosos por liderazgo dividido: la derrota romana frente a los cartagineses, la derrota americana frente a Vietnam del Norte, la iglesia católica vs. la iglesia ortodoxa. Más cerca a nuestro día a día, veremos a una persona investida de un cargo cuyas decisiones pueden ser contradichas por otra persona, que en teoría es subalterna. Tarde o temprano el grupo liderado se enfrentará al fracaso y el último en enterarse será dicha persona.
Para quienes creemos que adoptamos –algunas- decisiones racionales, la indefinición de los objetos principales de la disciplina del management (el liderazgo y el líder) podría hacernos pensar que estamos frente a otro palabreo. Pero estaríamos equivocados. Los líderes tienen un impacto positivo o negativo importantísimo en nosotros y el grupo al que pertenecemos. El líder es uno de los factores decisivos en el éxito o fracaso de cualquier proyecto, en cualquier ámbito de la vida, por lo que mientras sepamos reconocer al líder y evaluar su desempeño estaremos mejor preparados. Si no nos convence la literatura del management, podemos complementarla con otras disciplinas como la Historia y el Derecho e integrarlas con nuestra propia experiencia. Ello nos permitirá conocer el objeto de nuestra elección (el líder) y aplicar los filtros morales, racionales y emotivos que correspondan a las opciones que tengamos.
Finalmente, así como Hugh Laurie no es médico por interpretar a Dr. House, que conozcamos y usemos el vocabulario del liderazgo no nos convierte en líderes.

Luis Miguel Yrivarren
Luis Miguel Yrivarren
Abogado de la PUCP. Arbitro. Experto en asociaciones público-privadas que ha organizado, estructurado, negociado y cerrado transacciones por más de US$13,000 MM para clientes del sector público y privado, especialmente en el sector infraestructura. Rankeado en Chambers & Partners LATAM y Global desde 2010.

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