Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía mundial creció 6.0% el 2021, crecerá la mitad al cierre del 2022 (3.0%) y similar comportamiento el 2023 (3.0%).
India (7.6%), Canadá (3.9%), China (3.8%) y Reino Unido (3.7%) lideran actualmente este crecimiento.
A nivel de América Latina, el Perú se sitúa por tamaño de PBI (225 mil millones), como la sexta economía de la región, antecedida por Brasil, México, Argentina, Chile y Colombia. Después del notorio rebote registrado el 2021 para la economía peruana (13.3%) se estima un crecimiento de 2.7% el 2022 y superior al 3.0% el 2023 asumiendo una recuperación progresiva de las expectativas empresariales.
La industria juega un papel muy relevante como impulsor de este crecimiento a través de sus cuatro motores: inversión pública, inversión privada, exportaciones y consumo interno. No obstante, el aporte de la manufactura al PBI nacional escasamente se aproxima al 13.0% generando más de 1.5 millones de empleos y contribuyendo con el 16% de los ingresos fiscales. Como referencia, en China se sitúa en 38.6%.
En virtud a ello, es fundamental el esfuerzo por potenciar la productividad de la industria peruana en un escenario de competencia creciente al amparo de los 22 TLCs , que han convertido al Perú en una de las economías más abiertas de América Latina. Los Parques eco-Industriales modernos representan un aporte valioso en ese orden de ideas.
¿En qué consisten los Parques Eco-industriales?
La Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) define los Parques Eco-Industriales como una comunidad de empresas de manufactura y servicios, ubicadas juntas en una propiedad común, por lo que sus miembros buscan mejorar el desempeño ambiental, económico y social a través de la colaboración en la gestión de asuntos ambientales y de recursos.
Bajo este modelo, bien administrado, se generan economías de escala que posibilitan mayores beneficios para las empresas integrantes del parque que aquellas que operan individualmente fuera de él.
La diferencia con los Parques tradicionales radica en que aquí se integran soluciones técnicas, financieras y logísticas que reducen de manera significativa el impacto ambiental del conglomerado industrial, posibilitando además que las comunidades alrededor del parque se beneficien a través del aprovechamiento de los recursos derivados de cada una de las actividades industriales.
Un caso emblemático: Kalundborg en Dinamarca
A pesar de ser uno de los países más pequeños en territorio, Dinamarca es una nación de las más desarrolladas de todo el mundo y cuenta con el índice de desarrollo humano más alto.
Dinamarca es uno de los primeros países que orientó sus esfuerzos al impulso de Parques eco-Industriales. El primero de ellos y, probablemente, el más reconocido a nivel mundial es el de KALUNDBORG. Se trata de una exitosa experiencia de simbiosis industrial que demostró al mundo que se puede desarrollar en términos económicos un polo industrial controlando las contaminaciones del aire, agua y suelos, evitando la degradación de recursos naturales e impactando muy favorablemente sobre el bienestar de la población.
Se trata de una antigua ciudad-puerto que apostó por el desarrollo de un Parque Ecoindustrial con la participación de la compañía eléctrica Asnaes Power Company; una planta farmacéutica, Novo Nordisk; una productora de materiales de murallas, Gyproc; y una refinería, Statoil. Los recursos compartidos entre los socios de Kalundborg son: vapor, gas natural, agua de enfriamiento y yeso. El exceso de calor que generan se aprovecha para piscicultura, calentamiento de viviendas alrededor de parque y agricultura en invernadero. Algunos otros subproductos como sulfuro, cenizas y aguas residuales se venden a compañías que se encuentran en las cercanías del parque.
La Asociación de Parques Empresariales de Dinamarca cuenta tan solo con 20 socios. Sin embargo, los resultados de este esfuerzo colectivo son sorprendentes y han tratado de replicarse en otros países.
Perú: El proyecto desarrollo de Parques Eco industriales (PEI)
La Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) incorporó al Perú en el grupo de países beneficiarios para el desarrollo de Parques Eco-Industriales. Con el financiamiento de la Secretaría de Estado para asuntos Económicos de Suiza (SECO) y el soporte del Ministerio de la Producción del Perú (PRODUCE), ONUDI es responsable de la ejecución del Proyecto de Desarrollo de Parques Industriales (PEI) en el país.
En la fase piloto se priorizaron tres parques industriales del departamento de Lima: La Chutana, Km 60 Panamericana sur; INDUPARK, Pucusana; y Sector 62, Chilca.
El esfuerzo de ONUDI en esta primera fase se extiende hasta diciembre del 2023 ofreciendo asistencia técnica, capacitación, estudios de factibilidad y mediciones de impacto ambiental y social derivados de las actividades industriales desarrolladas en los parques seleccionados.
La idea es progresivamente escalar a nivel nacional para impulsar la productividad industrial aportando al crecimiento acorde con el respeto medioambiental.
Ventajas para las industrias y para el país
Para las industrias instaladas en el Parque Ecoindustrial, las ventajas son notables:
° Claras sinergias entre las empresas participantes posibilitando un desarrollo complementado, economías de escala, mayor eficiencia en el proceso productivo y comercial.
° Aprovechamiento de externalidades que fortalecen el desarrollo industrial.
° Mayor acceso a mercados locales e internacionales.
° Organizaciones industriales más flexibles y ágiles, con más rápida capacidad de respuesta.
° Mejores condiciones de acceso a financiamiento.
° Mejor capacidad de propuesta para el estado por parte de las industrias, fuerza negociadora.
° Evidentes oportunidades de alianzas estratégicas empresariales.
Para el país, en conjunto, los Parques Industriales ofrecen las siguientes ventajas:
En el ámbito económico: generación de empleo directo e indirecto, ahorro de costos de eliminación de residuos, menor consumo de energía y otros recursos, mejora de los niveles de productividad y competitividad.
En el ámbito ambiental: menores niveles de contaminación vía uso eficiente de recursos (materias primas, energía, agua), protección de la biodiversidad y la naturaleza, reutilización de residuos.
En el ámbito social: bienestar de las comunidades locales, mayor seguridad, mayores oportunidades de trabajo adecuado.
La coyuntura de incertidumbre que vive el país pasará. El nombre del juego es competitividad y los Parques Eco-industriales contribuyen a lograr industrias competi