Lo bueno de lo malo -léase COVID 19- es que desnuda nuestras debilidades y nos obliga a encararlas. El precario sistema de salud en el Perú y muchos otros países de América Latina y el mundo y la educación con limitada cobertura y bajos niveles de calidad, revelan dos frentes fundamentales que debemos transformar.
Asimismo, las coyunturas de crisis – hoy en día sanitaria, económica y política- obligan a repensar los modelos de negocio y también a identificar aliados estratégicos que mejoren nuestros niveles de competitividad para sobrevivir primero y luego crecer en forma sostenida.
La minería a través de Joint Ventures (Ej. Minera Panoro y japonesa Jogmec, proyectos cupríferos Antillas y Cotabamba), la agroexportación vía Consorcios (Consorcio de Productores de Fruta-CPF del Perú) o Subcontratación (Virú S.A. con pequeños agricultores de sierra) y la gastronomía amparada en las franquicias (Las Brujas de Cachiche, Pez On, etc.) revelan que diferentes modelos de alianzas estratégicas empresariales bien definidos pueden fortalecer las estrategias de expansión a nivel local e internacional de muchos negocios.
COYUNTURA COVID
Luego de más de dos décadas con indicadores macroeconómicos saludables -crecimiento económico promedio por encima de la media de América Latina, uno de los niveles más bajos de inflación, déficit fiscal por debajo del 2%, deuda pública inferior al 26%, crecimiento del comercio exterior y récord en reservas internacionales- el 2020 tuvo un duro impacto que se tradujo en un significativo incremento de los niveles de pobreza.
Al cierre del 2020, la pobreza monetaria (debajo de $4.00/día) que había caído en forma constante hasta 20.5% subió a 30.0%. Por su parte, la población vulnerable (entre $4.0 y $10.0) escaló a 35.0%. Ambas suman 65.0 % de la población del país.
Muchas empresas han enfrentado uno de los escenarios más complicados de su historia: dramática caída de sus ventas, despidos masivos, imposibilidad de pago de sus compromisos con proveedores, y por supuesto, cierres en los casos más extremos. Sin embargo, hay empresas de diferentes rubros que se han reinventado, han identificado nichos interesantes y han crecido significativamente. La mayoría de ellas amparada en modelos con un fuerte componente tecnológico y en muchos casos vía socios estratégicos que facilitaron la transformación del modelo de negocio.
HIGHER ED PARTNERS-HEP: SOCIO PARA LA EDUCACIÓN EN LÍNEA
La pandemia en el mundo de la educación aceleró el crecimiento de la Educación de Calidad en Línea compitiendo agresivamente con la Educación Presencial. En Lima, por mencionar un ejemplo, con más de 11 millones de habitantes, esta alternativa se traduce en la posibilidad de ampliar la cobertura de educación buena a un costo significativamente menor considerando variables relevantes como transporte, seguridad, tiempo de movilización, entre otros factores.
HEP, con 15 años de historia, se está convirtiendo en un socio estratégico de Universidades de prestigio en diferentes partes del mundo -EEUU, UK, Holanda, España, Sudáfrica, Egipto, Jordania, México, Centroamérica, Argentina, Colombia y recientemente Chile y Perú, entre otras plazas- vía un joint Venture en el que La Universidad aporta contenidos académicos de alta calidad y HEP aporta la tecnología y la fuerza comercial para crecer con rapidez y amplia cobertura. La lógica de 1 + 1 mayor a 2 se cumple claramente en este modelo de éxito.
DESAFÍOS PARA LA EDUCACIÓN
La pandemia ha traído grandes desafíos a todo nivel. En materia de educación, el gran reto es lograr una educación de calidad inclusiva. El acceso a INTERNET resulta una tarea fundamental, así como el rol regulador para garantizar una oferta virtual de calidad para todos, lo que implica cambios en la Ley Universitaria para posibilitar 100% de virtualidad.
Las instituciones académicas encaran un escenario diferente: la presencialidad al 100% cada vez será menos atractiva y la competencia es global.
El alumno será el gran beneficiado: un abanico mucho más amplio de alternativas, costos cada vez menores, menos traslados, menos riesgos, menos estrés.
La pandemia está siendo un acelerador de la transformación digital derivando en una revolución de las personas.
Sobrevivirán y crecerán las instituciones y empresas que asuman este cambio y lo hagan ahora.